Martha Cuniberti: “Siempre traté de dejar mi aporte al país”

Martha Cuniberti nació el 11 de abril de 1955 en Marcos Juárez. Desde 1995 hasta 2018 fue Jefa del Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas del INTA Marcos Juárez,  

Dedicó su vida al trabajo agropecuario como Ingeniera Química, Doctora en Ciencias Agropecuarias y especialista en Calidad de Cereales y Oleaginosas.

Ahora, ya está retirada del INTA como profesional activo y sigue como profesional asociado.

Recorrió instituciones y especialmente lugares de estudio para lograr toda su trayectoria.

Primero, comenzó sus estudios universitarios en la carrera de Ingeniería Química en la UNVM.

Al terminar de cursar, realizó pasantías en el laboratorio de INTA Marcos Juárez y después 6 de meses con su tesis, se recibió e ingresó como becaria hasta que en 1985 el Instituto la incorporó a planta permanente como profesional. 

Allí comenzó su oficio como especialista de calidad de trigo y de soja. Permaneció en ese ámbito durante 39 años. 

Continuó capacitándose en congresos y seminarios profesionales, también tuvo que aprender otros idiomas por la actividad internacional que tiene la profesión. 

Su primer viaje al exterior fue a Valencia, España con la idea de incorporar a Argentina como país miembro del principal organismo del mundo en cereales ICC. (Asociación Internacional de Ciencia y Tecnologia de los Cereales)

En el año 98, realizó una entrevista con el Presidente y del secretario general del organismo, y logrando la reincorporación de Argentina en el año 2000. Luego, viajó a Australia a un congreso de cereales a asumir como delegada nacional. 

Durante 18 años estuvo viajando por su trabajo. 

En el año 2003, creó junto a un colega la región latinoamérica de la ICC  (Asociación Internacional de Ciencia y Tecnologia de los Cereales) y agregaron 5 países, entre ellos Chile, Brasil, México y Peru. Trataban cereales en general y pseudocereales (ej: quinoa) que se incluyen en la zona de Latinoamérica. 

Como se jubiló un profesor en un laboratorio, ella ingresó y quedó a cargo de dos disciplinas. Estuvo trabajando durante 15 o 10 años sola hasta que ingresó una becaria y Leticia, una de sus sucesoras. “Fueron años bastantes duros”, expresó Marta.

Además de tener mucho trabajo, tiene un rol muy importante, ser madre. 

Para su familia no fue fácil porque ella no podía “estar de diez en el trabajo y de diez con su familia” ya que no tenía mucho tiempo al viajar tanto. 

Martha es una investigadora de gran prestigio a nivel internacional. A través de sus investigaciones, redactó 640 escritos. 

Actualmente está terminando uno sobre la soja argentina y su evolución en más de 20 años de trabajo.

Plantea que la investigación debe trascender como medio de difusión para llegar esa información al productor y numerosos trabajos que representen un aporte al país. Específicamente, trabajó mucho en la clasificación y producción de trigo. 

Con respecto al mercado argentino y todos sus años de investigaciones, destaca que el desarrollo de trigo genético es muy importante. Argentina dispone de todos los trigos que existen en el mundo, el grueso de la producción es 98% de trigo pan. 

Recientemente, en los últimos 10 años, se generaron variedades de trigo blandos que es genéticamente distinto al de pan. Nuestro país ya dispone de 5 tipos de trigo que existen en el mundo. Uno a destacar es el trigo waxy de usos especiales que se utiliza como aglutinante, adhesivo y es importante en el sudeste asiático, Australia es su proveedor. 

Otra oleaginosa destacable es la soja, la cual es una de las que más rinde en el mundo con avances importantes de genética, calidad y sanidad. 

La soja argentina se caracteriza por tener alto aceite y una proteína que no siempre se llega a los estándares internacionales que se exige para la harina de soja. 

Argentina es el primer exportador en harina en soja y es el país que más procesa el grano. Las principales plantas se encuentran en puerto Rosario cerca de la zona productora. 

Para finalizar la posición de trigo y soja en el mercado, expresa: “Veo en Argentina un gran potencial en ambos cultivos. En el caso del maíz se ha avanzado mucho y se han creado plantas en Córdoba pero este desarrollo o necesidad de incorporar valor a la producción primaria es algo en el que país debe avanzar”. 

Martha comenta acerca de una de sus pasiones: “Como investigadora me siento muy feliz de todo lo logrado hasta ahora. He crecido mucho en mi carrera profesional con mucho esfuerzo, estudio y dedicación. Nada llega a la vida así de sencillo. Tengo el orgullo que me citan en el mundo para ser parte de la organización de Congresos y Conferencias internacionales, dar charlas y presentaciones sobre la calidad de nuestra producción. 

“Que Argentina esté presente es muy importante no sólo para mí como profesional sino para el país que está representado, es mi deseo que esto continúe. Debemos crecer y mejorar porque tenemos un potencial enorme”, concluyó.