"Trabajo para mejorar la calidad de vida de la gente"

Dialogamos con el ingeniero agrónomo Juan Marcelo Conrero, nos contó detalles acerca de su niñez, educación y el camino que lo llevó a ser el actual decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba, así como los desafíos que enfrenta la educación universitaria.

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Conrero nació en Silvio Pellico, un pueblo ubicado en la zona tambera del departamento General San Martín, a menos de 40 kilómetros al noreste de Villa María.

Hijo de productor agropecuario y nacido en el campo, “producto de la educación pública y el esfuerzo familiar, soy de la primera generación de mi familia que ha podido obtener un título universitario”, comentó.

Indicó que luego, su involucramiento institucional lo llevó a ser presidente del Centro de Estudiantes, estar en alguna secretaría y “así hasta que la Facultad me pidió ser Decano. Llegué medio joven, pero siempre comprometido con la transformación, la vinculación, el desarrollo y la solidaridad”.

Conrero señaló que el Trabajo, es un valor que le inculcaron a muy temprana edad, “a los siete años ya trabajaba en el campo con mi padre porque estábamos en una situación compleja en ese momento. Acostumbrado al esfuerzo y al trabajo, hoy estar acá en una oficina para mi es algo simple, si así lo quieren ver”.

Primeros pasos

“Soy el segundo hijo de una primera tanda de tres, luego de 10 años vino el cuarto hermano pero yo ya no estaba, a los 12 años tuve que ir a hacer el secundario a Villa María porque no había secundario en Silvio Pellico”, señaló.

Indicó que ese momento decidió hacer el bachiller en automotores, siempre pensando en su actividad en el campo familiar, “se nos rompían las máquinas, tenía que aprender a arreglarlas, nos llevaban a las ocho de la mañana al campo y nos iban a buscar a las diez de la noche, había que arreglársela”.

Estudiar en Córdoba

Conrero explicó que fue gracias a unos tíos que le prestaron un departamento, que “se dio la oportunidad de venir a Córdoba a estudiar Agronomía, decidí que me faltaba saber de agronomía para mejorar el campo y poder evolucionar y eso hice”.

“Hice la carrera prácticamente al día, en seis años. Mientras tanto jugaba al fútbol en la Liga Villamariense de Fútbol, para el Club Deportivo Silvio Pellico. Tuve una juventud hermosa por suerte, pero muy atareada siempre, muy cargada de actividades”, expresó.

Luego, mencionó que en su paso por la universidad conoció a su esposa, quien también es ingeniera agrónoma y tienen tres hijos.

Las Ciencias Agropecuarias antes y ahora

El primer aspecto que resaltó Conrero es el avance de la tecnología en el sector agropecuario:

“Hemos vivido de chicos el esfuerzo, el trabajo, ir al tambo que no es el tambo de hoy, encerrar a los animales, ordeñar con tachos y llevarlos a las fábricas, volver y darle de comer a los animales, preparar la tierra, sembrar, cosechar y hacer reservas”, recordó.

En este sentido destacó que hoy existen tecnologías que permitieron mejorar en gran medida el trabajo del hombre y mujer de campo, “eso a mi me llena de placer por una lado y por otro te va empujando y lo hemos vivido acá en la facultad a eso”.

“Por eso apunté siempre a la vinculación público privada, porque las universidades tienen una dificultad muy grande en adquirir esa tecnología en el tiempo que lo requiere la formación de los profesionales”, declaró.

“En cinco o seis años, las cosas cambian muchísimo y si uno no está pudiendo tener eso disponible para la formación de los profesionales, saldrán a la calle con una formación desactualizada”.

La Facultad

“Cuesta muchas veces poder producir cambios, pero hemos hecho muchos”, sostuvo el decano.

Precisó que hoy los estudiantes son formados en responsabilidad social y empresaria. Agregó también, que “antes íbamos a un tambo a ver cómo producir más leche o mejorar la alimentación, pero alrededor de un sistema tambero tenemos efluentes, hoy gracias a las nuevas leyes en las que nosotros hemos participado también, ya no son un problema sino una oportunidad”.

Consideró que este punto es muy importante, “que el ingeniero que tiene que asesorar a un productor, que muchas veces tiene conocimientos de la producción solamente, le explique y asesore en cómo aprovechar estas oportunidades”.

En cuanto al trabajo interinstitucional e interdisciplinario, remarcó que Córdoba es líder:

“Las cosas las hacemos cada uno desde su lugar, pero siempre aportando a un objetivo superior y me parece que eso también ha traído más desarrollo en nuestra Provincia. Lucho mucho por la investigación aplicada, que los recursos públicos tengan un resultado, que la investigación sea a pedido de los privados o de quienes requieren estos avances y que inmediatamente puedan ser aplicados y lleven desarrollo en la Provincia”, manifestó.

Más educación, más trabajo

Conrero planteó que cuando asumió, “pensábamos en el desarrollo de los pueblos, cómo generar valor agregado y trabajo genuino, así que creamos la carrera de Zootecnia, pensando que la producción animal en una provincia tan productora de granos generaría trabajo y arraigo”.

“Luego fuimos con una carrera en Agroalimentos, con el mismo concepto de aprovechar todos estos recursos y dejar de romper nuestras rutas hacia los puertos y que traslademos productos con valor agregado”, agregó.

Reconoció que el rol de la Facultad es el de llevar conocimiento a los pueblos en sus diferentes formatos, como diplomados, cursos a distancia, “hemos evolucionado mucho en eso”.

“Creo que es importante porque el conocimiento es la principal herramienta de transformación social y no todos tienen la posibilidad de trasladarse a una ciudad y hacer un estudio universitario. Las universidades en esta era, tenemos que profundizar ese trabajo de ir nosotros a llevar el conocimiento”, insistió el decano.

Desafíos

Consultado acerca de los desafíos que se presentan hoy en la Facultad, puntualizó que los estudiantes más jóvenes que llegan a la universidad, “son personas súper dinámicas, que todo les aburre y veníamos atrasados en eso. 

Creo que la universidad tiene que dar un salto cualitativo y la pandemia nos empujó a poder hacerlo”.

“Hemos decidido que todo lo que es teoría en la Facultad de Agronomía de Córdoba, será virtual a partir de ahora, independientemente de la pandemia”, adelantó.

Afirmó que el principal objetivo, es dejar más tiempo para las asignaturas prácticas. Esta decisión fue acompañada de una gran inversión en el Campus Escuela, incorporando módulos productivos para que los estudiantes adquieran experiencia en diversas áreas.

“Luego, con todo lo complementario, que son las prácticas independientes de las clases y todo un sistema de que los hace involucrarse en lo que va a ser la vida profesional de ese estudiante, el día que se reciba, ya sabe cómo interactuar, sabe de un sistema, independientemente de que luego quede o no en esos trabajos o uno semejante por haber tenido experiencia”.

“Las empresas nos lo comentan, que la aptitud y actitud que tienen nuestros estudiantes son muy diferenciadas con respecto a otras universidades, sin desmerecer a nadie. Creo que ahí le estamos dando no solo una herramienta que es un título, sino una herramienta complementaria en donde trabajamos valores los valores de la solidaridad y el compromiso social, que nos parecen muy importantes para que sea un profesional que pueda desenvolverse e incidir en la transformación que nuestro país necesita”, concluyó Juan Marcelo Conrero.